Es una técnica que consiste en aplicar presión sobre los tejidos, logrando una acción parecida a un masaje que fomenta el drenaje linfático, debido a una insuficiencia venosa.
Se utiliza en extremidades inferiores y/o superiores, en personas con alteraciones en el sistema circulatorio, piernas cansadas, pequeñas arañas vasculares, edemas, celulitis y acumulaciones de grasa.
Se trata de un método muy sencillo y cuyo consumo ha crecido cada vez más en los últimos años. Además, ofrece resultados inmediatos y una gran sensación de alivio desde la primera sesión.
La presión ejercida alivia los músculos y consigue reducir el estrés, consiguiendo en el paciente una profunda sensación de bienestar y de relajación. Es un tratamiento no invasivo, con lo que se pueden realizar hasta dos sesiones semanales.
La presoterapia ayuda a potenciar los efectos de cualquier otro tratamiento estético que estemos utilizando.
Por tanto, la presoterapia se puede combinar con otras técnicas para combatir la celulitis y así, potenciar los resultados.
La presoterapia favorece a la recuperación del cuerpo y de la figura tras el parto.
Y esto también está dando resultados muy eficaces en tratamientos como liposucción y determinadas operaciones.
Mitiga el cansancio y la pesadez en las piernas, siendo un tratamiento idóneo para eliminar líquidos y toxinas.
También elimina la fatiga de las piernas y refuerza el flujo de oxígeno a través de todo el cuerpo.
Al lograr un retorno venoso más rápido, produce un incremento en la circulación sanguínea, eliminando la hinchazón y reduciendo de forma notable las retenciones de líquido.
Al acelerarse los procesos metabólicos, también facilita el drenaje linfático.
El tratamiento de presoterapia estimula y mejora la circulación. Además de otros efectos positivos, como la mejora de la oxigenación, el tono y la firmeza de la piel.
Además, gracias a dicha estimulación, también fomenta un mejor funcionamiento del sistema inmune.
